Descubrir una nueva ciudad o un nuevo sito con encanto cámara en mano es uno de los mayores placeres fotográficos que uno puede sentir si es un apasionado de la fotografía. No sólo conocer lo que uno visita, sino inmortalizarlo para revivirlo en días futuros.
En mi mochila de viaje siempre tiene que ir una cámara. Viajar ligero de equipaje pero con soluciones para poder tomar todo tipo de fotografia que uno se plantee. Además, no vale con retratar aquello que otros muchos han realizado: En la medida de lo posible, hay que darle nuestro sello personal, nuestro toque diferenciador.